jueves, 27 de mayo de 2010

Pagan justos por pecadores




Para explicar la razón que dio la Administración del Centro de Convenciones para poner los reductores de velocidad, necesito que se imaginen una situación. Creo que es la mejor forma de entenderlo.

Imagínese la urbanización en donde usted y sus vecinos conviven. Un día en una discusión con un vecino, éste lo agrede a usted, y llaman a la Policía. Cuando llegan los gendarmes le dicen: “bueno, esto lo tenemos solucionado, usted se tiene que ir de la urbanización para que su vecino no lo agreda más”. Santo y bueno…

¿Relación con los muertos en el Centro de Convenciones? Muchas. La explicación que se nos dio al inquirir sobre los reductores de velocidad, fue que como habían ocurrido varios accidentes con ciclistas, pues decidieron prohibir las bicicletas en la carretera que da acceso al área de carga y descarga del Centro. No sabemos cuantos accidentes, ni en que condiciones, pero sin duda tuvieron que haber sido causado por los innumerables conductores irresponsables que van a exceso de velocidad, en contra del tránsito muchas veces y sin dar paso.

En el Circuito del Centro de Convenciones convivíamos automovilistas y ciclistas. DE la noche a la mañana, el problema se soluciona desterrándonos del lugar. Es como si para evitar muertes de personas en la carretera, se eliminen todos los accesos peatonales. De esta manera, al igual que en el caso nuestro, impera la ley del vehículo motorizado.

Vamos a decir que los muertos no los pusieron para entorpecer la actividad de los ciclistas, que los pusieron para que el conductor que va a exceso de velocidad cambie su comportamiento. Excelente idea salomónica, porque pagamos justos por pecadores. Porque en aras de impactar a los transeúntes automovilistas también nos fuimos los ciclistas enredados.

Quiten los muertos. Comparta la carretera. El Circuito del Centro de Convenciones es un espacio ganado por los ciclistas para el disfrute del Pueblo de Puerto Rico que se quiera dar cita allí a recrearse y a practicar el deporte. La Administración del Centro todavía tiene una oportunidad para hacer una gestión verdadera que fomente nuestro deporte y el turismo en el área.

La solución es fácil. Aplicar la ley a los automovilistas irresponsables (y a los ciclistas también) y educación. Mucha educación. Los ciclistas podemos, si la Administración del Centro lo permite, coordinar esfuerzos para una campaña educativa en el área. Es la mejor manera de compartir y convivir.

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