viernes, 18 de junio de 2010
Evidencia: Los muertos no resulven nada
La Administración del Centro aquí tiene prueba demás de que nos accidentes no los van a evitar con los muertos. Se resuelve aplicando la ley de tránsito como se debe, mejorando la iluminación y educando a los automovilistas. Para muestra un botón basta…
jueves, 10 de junio de 2010
Confirmado: Son ILEGALES
- No se siguió el trámite reglamentario para justificar y solicitar la instalación de los reductores de velocidad con el DTOP. Añadimos, que con ninguna autoridad se tramitó el permiso. Si fuera así, los directivos del Centro de Convenciones mostrarían la evidencia y no lo han hecho. Al día de hoy varias peticiones se le han hecho a la Sra. Blarys Segarra, y al Sr. Cándido Negrón para que muestre evidencia del trámite y de la autorización y no lo han querido ni podido ofrecerla.
- Los reductores exceden por mucho la altura máxima de tres pulgadas que exige el Reglamento. Fotos tomadas recientemente muestran como en la brea existen evidencias de roces con las carrocerías de los automóviles, de tan altos que son (Figura #1).
- En su sección transversal, los mismos no cumplen con el tamaño de 24 a 36 pulgadas requeridos.
- No existen rótulos aprobados por el DTOP anunciando dichos reductores los cuales deben ser en forma de diamante y estar localizados a 50 pies antes de cada reductor de velocidad al lado derecho.
- Los reductores no se construyeron a 300 pies mínimo uno del otro, sino que están ubicados a menos de 150 pies uno del otro (Figura #2).
- Los reductores de velocidad están ubicados a menos de 100 pies (30 metros) del punto de tangencia o curvatura de una curva.Los reductores de velocidad continúan hasta la cuneta obstaculizando el flujo del agua (Figura #3).

El Centro de Convenciones dirá que ese reglamento no les aplica ya que la calle en la cual ubicaron los reductores de velocidad es privada y no pública. Se equivoca otra vez la Administración del Centro de Convenciones. Lo referimos al Artículo 4 (Definiciones) en donde especifica claramente que “vía pública” es cualquier calle, camino o carretera que esté dentro de los terrenos pertenecientes a organismos gubernamentales o corporaciones públicas creadas por ley, inclusive las subcidiarias de estas. El Centro de Convenciones es parte de la Autoridad del Distrito del Centro de Convenciones, una corporación pública. No te dejes meter las cabras por ese argumento, mira las descripciones legales del Centro de Convenciones de PR y de la ADCC.
Hay que enviar estos argumentos, no sólo a la Sra. Blarys Segarrra y a sus directivos del Centro de Convenciones, sino también a TODAS las autoridades. Exigimos que el Obras Públicas – DTOP y Obras Públicas Municipal investiguen estas violaciones e impongan las multas aplicables. Dale copy and paste a estos argumentos si quieres, y escríbeles a las autoridades.
Pronto estaremos posteando las direcciones (postales, e-mails y faxes) de autoridades con competencia para que envíen sus cartas. Hay que hacer presión.
Agradecemos la valiosa contribución del Licenciado Gnocchi Franco por mostrarnos la carta y por hacer el análisis legal de este asunto. Si quieren copia de la misma para que les sirva de referencia al escribir las suyas, con gusto le enviaremos copias mediante correo electrónico a kitenlosmuertos@gmail.com.
jueves, 27 de mayo de 2010
Pagan justos por pecadores
Imagínese la urbanización en donde usted y sus vecinos conviven. Un día en una discusión con un vecino, éste lo agrede a usted, y llaman a la Policía. Cuando llegan los gendarmes le dicen: “bueno, esto lo tenemos solucionado, usted se tiene que ir de la urbanización para que su vecino no lo agreda más”. Santo y bueno…
¿Relación con los muertos en el Centro de Convenciones? Muchas. La explicación que se nos dio al inquirir sobre los reductores de velocidad, fue que como habían ocurrido varios accidentes con ciclistas, pues decidieron prohibir las bicicletas en la carretera que da acceso al área de carga y descarga del Centro. No sabemos cuantos accidentes, ni en que condiciones, pero sin duda tuvieron que haber sido causado por los innumerables conductores irresponsables que van a exceso de velocidad, en contra del tránsito muchas veces y sin dar paso.

En el Circuito del Centro de Convenciones convivíamos automovilistas y ciclistas. DE la noche a la mañana, el problema se soluciona desterrándonos del lugar. Es como si para evitar muertes de personas en la carretera, se eliminen todos los accesos peatonales. De esta manera, al igual que en el caso nuestro, impera la ley del vehículo motorizado.
Vamos a decir que los muertos no los pusieron para entorpecer la actividad de los ciclistas, que los pusieron para que el conductor que va a exceso de velocidad cambie su comportamiento. Excelente idea salomónica, porque pagamos justos por pecadores. Porque en aras de impactar a los transeúntes automovilistas también nos fuimos los ciclistas enredados.
Quiten los muertos. Comparta la carretera. El Circuito del Centro de Convenciones es un espacio ganado por los ciclistas para el disfrute del Pueblo de Puerto Rico que se quiera dar cita allí a recrearse y a practicar el deporte. La Administración del Centro todavía tiene una oportunidad para hacer una gestión verdadera que fomente nuestro deporte y el turismo en el área.
La solución es fácil. Aplicar la ley a los automovilistas irresponsables (y a los ciclistas también) y educación. Mucha educación. Los ciclistas podemos, si la Administración del Centro lo permite, coordinar esfuerzos para una campaña educativa en el área. Es la mejor manera de compartir y convivir.
viernes, 21 de mayo de 2010
La soga parte por lo mas finito...
Antes de hablar de las posibles soluciones y propuestas, es importante definir, o intentarlo más bien, cual es el problema que se quería resolver con los cuatro reductores de velocidad. Sólo de esta manera se evidencia la visión a corto plazo, lo insensible y hasta el desconocimiento que la actual Administración del Centro de Convenciones tiene sobre la dinámica de tránsito en sus alrededores.

(Okey, tomemos eso como verdad por unos instantes solamente) Primero habría que ver cuántos accidentes y bajo qué circunstancias fueron cada uno de ellos para determinar un patrón. Pero, como en este país predomina la ley del automóvil, salomónicamente prefirieron sacarnos a los ciclistas para de esta manera darles el espacio libre a los conductores irresponsables que transitan por el área. Gracias a Dios que la Administración del Centro no es quien dirige el DTOP, porque con tanto accidente con peatones ellos si hubiesen quitado de golpe y porrazo las aceras y todo acceso humano en el país para solucionar el problema.
Quitaron a los ciclistas del panorama (o por lo menos eso ellos creen), pero persiste un problema de tránsito y peligrosidad en el área. Todavía los camiones se estacionan frente al Centro sin luces de seguridad y sin razón alguna, muchas veces hasta en sentido contrario. Y la Administración no prohíbe los camiones. Todavía los carros y vanes van a exceso de velocidad en la mencionada carretera y por los alrededores, y muchas veces también en contra del tránsito, y el Centro no hace nada con eso. Muchas veces hemos visto hasta el mismo carro de la seguridad en contra del tránsito. Y con ellos no se hace nada.
El problema de peligrosidad existe primero porque el Centro de Convenciones no tiene reglas claras de tránsito. Y las pocas que tiene, no hace el trabajo de ejecutarlas, ya sea mediante la guardia privada o con coordinación con la Guardia Municipal o Estatal. Además, los conductores van a seguir pisando el acelerador porque simple y llanamente lo único que hay en el lugar es el Centro de Convenciones. Las estructuras abandonadas y los terrenos abiertos seducen el conductor irresponsable a gastar un poquito de gasolina demás acelerando. Y ese es el problema.
Métanle mano a los que van a exceso de velocidad. Bastante que merodea la Policía Estatal por allí, pues que comiencen a dar boletos. Que la Administración nos use como chivos expiatorios es muestra de su incapacidad para manejar un complejo con la importancia que tiene el Centro de Convenciones.
martes, 18 de mayo de 2010
La estrategia para quitar los muertos (Parte 1)

1. Llamar a la Administración del Centro de Convenciones para expresar nuestro desacuerdo con los reductores de velocidad. El número es 787-641-7722 y las personas claves son:
a.Blarys Segarra, Gerente General (bsegarra@prconvention.com)
b.Candido Adorno, Director de Operaciones (cadorno@prconvention.com)
c.Ricardo Vázquez, Director de Seguridad (rvazquez@prconvention.com)
Estas personas deben recibir una avalancha de llamadas, e-mails y cartas mostrando desagrado con la medida y proponiendo alternativas.
2. Llama a la Oficina tu legislador y hazle saber este problema. Hay legisladores (Cámara y Senado) que se han identificado con el ciclismo como Roberto Arango, Hector Ferrer y otros. Llama también y escríbeles a las Comisiones de Recreación y Deportes de Cámara y Senado. Si quieres un modelo de carta escríbenos a kitenlosmuertos@gmail.com
3. Llama a emisoras de radio y haz exposición de este problema. Identifica programas de radio de deportes, a artistas comprometidos, que puedan exponer este problema y ser voceros de nuestra comunidad de ciclistas.
4. Escríbele a la Federación de Ciclismo de Puerto Rico y todos los clubes y equipos para que se enteren de este asunto y tomen cartas en el asunto.
5. Crea grupos en Facebook y otras redes sociales.
6. Si la Administración del Centro de Convenciones no quita los muertos en un tiempo razonable, es meritorio convocar una bicicletada masiva en desobediencia civil a una medida caprichosa e insensible.
7. Publica tu escrito o tus fotos en este blog. Envianos tus textos e imagenes a kitenlosmuertos@gmail.com
Estamos en un periodo de aglutinar y sumar a otros ciclistas y a personas interesadas en el deporte. Súmate y pon tu grano de arena…
(Por: Joaquin Serrano Estrella)
Muertos en el Centro de Convenciones
Estoy convencido de que son pequeñas cosas, estupideces, las culpables del descalabro institucional y de política pública que vivimos en el país. Mientras se aprueban sendos proyectos en Cámara y Senado para cambiarle el nombre al Centro de Convenciones, al mismo tiempo se desplaza a la comunidad de ciclistas que todas las tardes se dan cita allí para practicar el deporte, recrearse y darle vitalidad al complejo turístico.
Cosas pequeñas. A principios de esta semana, no sabemos quien los autorizó, ni en que momento ni porque propósitos, pero aparecieron cuatro enormes reductores de velocidad (o comúnmente llamados muertos) que obstaculizan el libre paso de las bicicletas. El problema que los muertos quieren resolver, que asumimos son los conductores irresponsables del área, pudieron haber sido atendidas con otras medidas sin atentar contra el espacio de esparcimiento y práctica deportiva de los que vamos allí.
Los enormes muertos atentan contra la seguridad de los ciclistas del área. De hecho, no cumplen con las regulaciones de diseño aplicables a Puerto Rico. Atenta doblemente ya que los desplazará a otros lugares peligrosos y de mayor tránsito vehicular. Además de atentar contra la seguridad, afea el espacio urbano y tendrá el resultado de aislar aún más al Centro de Convenciones, convirtiéndolo en otra mole de cemento sin lógica urbana en San Juan.
Si el gobierno quiere atraer la actividad turística en el área, lo que debe hacer es generar actividad en el lugar, no quitarle espacios que se han rescatado para esparcimiento y para fomentar el deporte del ciclismo. Cosas pequeñas también pueden hacer la diferencia, remuevan los muertos de la misma manera en que los pusieron, rapidito y sin miramientos.
(Por Joaquin Serrano, publicado en El Nuevo Dia, pag 72, el 12 de mayo de 2010)